viernes, 8 de junio de 2018

Hachigogo-kun - Los preceptos 855


Quiero hacer mi primera entrada "formal" al blog hablando de este conjunto de preceptos que "he formado". Evidentemente, yo no me he inventado nada, simplemente los he agrupado y les he dado un nombre.

Lo he llamado "Hachigogo-kun" (八五五訓), los preceptos 855, debido a que se divide en tres bloques, uno de 8 puntos y dos de 5.

Básicamente es un modo de vida, no sólo para un artista marcial o un budoka, si no para cualquier persona, pues son una serie de pautas que cualquiera puede llevar a cabo y, personalmente, creo que puede ayudar a llevar una vida más sana, plena, con menos estrés y por un buen camino.

Los 8 primeros puntos son las 8 virtudes del Bushido. En la mayoría de sitios, indican que el Bushido consta de 7 virtudes, pero Nitobe Inazou, un escritor, entre otras muchas cosas, japonés, añadía una octava virtud, el autocontrol, y me parece algo importante y fundamental. Aprovecho este espacio para recomendar su libro, "Bushido: El alma de Japón", que por lo que llevo me parece una lectura fundamental y obligatoria para quien esté metido en todo este mundo y quiera saber más sobre el bushido y su significado.

Volviendo al tema, creo que estas 8 virtudes, aplicadas a todo en la vida, hacen a uno mejor persona. Habrá quien diga que la honestidad, el coraje o la lealtad son cosas con las que uno nace y, por lo tanto, quien no nace con ello no puede ejercerlo, pero yo personalmente creo que las virtudes son cosas que uno debe ejercitar y poner en práctica. No creo que nadie nazca siendo recto, ni valiente, ni honesto. Ni siquiera educado. Todo eso son cosas que aprendemos, que ejercitamos y que ponemos en práctica, y nosotros mismos decidimos cómo y cuándo hacerlo. Es fácil ser educado cuando se está en una recepción de clase alta donde todo son bellas palabras y sonrisas, pero no lo es tanto cuando te encuentras, por ejemplo, en mitad de un choque de opiniones con alguien que sólo sabe expresar su opinión con gritos e insultos. Ahí, somos nosotros quienes decidimos qué actitud tomar y cómo ejercerla. Y eso es aplicable a todas y cada una de las virtudes.

El segundo bloque son las 5 claves para la salud, que son bastante evidentes, son cosas que cualquier sanitario y, en general, cualquier consejero de vida saludable nos recomienda. Una alimentación equilibrada (que no significa no darse ningún capricho ni andar contando calorías y nutrientes de forma matemática y obsesiva), ejercicio frecuente (que tampoco significa obsesionarse con el deporte y entrenar 7 días a la semana durante 3 o 4 horas), un descanso eficiente, una higiene adecuada y una actitud positiva (y este puede que sea el punto más importante, ya que si conseguimos esto lo demás se vuelve bastante más fácil de conseguir y realizar).

Finalmente, el último bloque son los 5 espíritus del budo, 5 estados mentales que nos permiten tener la actitud adecuada respecto a la vida y las situaciones que se den en ella.

La mentalidad de principiante (Shoshin), de modo que cada cosa que realicemos o aprendamos la hagamos desde el punto de vista de un principiante, con la mente abierta y dispuesta a aprender y asimilar cosas nuevas, con humildad y respeto, tratando de ver qué hacen otros que tú no haces, o qué hacen mejor que tú.

La mentalidad que perdura/permanece (Zanshin), también traducido en ocasiones como el espíritu alerta. Hace referencia al estado mental y actitud tras realizar algo, y mientras se realiza algo, que hace que nos mantengamos atentos, pendientes a tal acto. Nos ayuda a estar centrados, enfocados, incluso cuando hemos acabado algo, buscando posibles fallos, errores, cosas que hayamos pasado por alto, atentos a cualquier incidencia o acontecimiento que pueda darse.

La mente inamovible (Fudoushin), porque si tenemos una convicción debemos ser perseverantes, luchar por ella y defenderla, ser firmes en nuestra idea y tratar de llevarla a cabo. Esto no significa, ni remotamente, que si tomamos una idea vayamos con ella hasta el final por mucho que nos demuestren que dicha idea es errónea, falsa o absurda, significa que mientras que no nos demuestren claramente o de forma convincente que nuestra idea está mal enfocada, nosotros debemos mantenerla y tratar de demostrar que sí está bien, no dudar, ni titubear, ni en los momentos difíciles. Sobre todo, en los momentos difíciles. Este espíritu también es aplicable a nuestra perseverancia, cuando estamos sufriendo o pasando un momento difícil, tener fudoushin para continuar hasta el final. Se dice que los obstáculos son esas cosas horribles que se ven cuando apartas los ojos de tu meta. El fudoushin ayuda a enfrentarse a esos obstáculos y superarlos, por duros que sean.

La no-mente (Mushin), porque en muchísimos casos, al final, lo mejor es simplemente dejar la mente en blanco, no pensar, limitarse a fluir, no fijarse en nada, que todo salga como tenga que salir y actuar como a uno le sale del corazón actuar. Para este ejemplo, me gusta mucho el fragmento de El último samurai, cuando Algren practica esgrima y el hijo de Katsumoto le dice:

  • Algren-san. Por favor, perdón. Demasiado pensar.
  • ¿Demasiado pensar?
  • Hai. Pensar espada. Pensar gente mira. Pensar enemigo. Demasiado pensar. No pensar.
Cuando actuamos sin pensar, acabamos actuando por instinto y por nuestro subconsciente, actuamos más rápido, con más determinación y firmeza. Esto es aplicable a actividades, trabajos, relaciones y, en general, a mil millones de cosas, incluida la vida misma. A veces es necesario no pensar.

Y, finalmente, la mente iluminada (Senshin). Es un estado que muchos equiparan al estado de iluminación del Buda, un sentimiento y espíritu de compasión y amor hacia todo en el mundo. Es un estado en el cual se busca hacer el bien en todo lo que hagamos y hacia todos los que podamos. Se dice que, una vez alcanzados los 4 espíritus anteriores, se puede llegar a este, pues se ha conseguido dominar la mente lo suficiente como para emprender ese camino de llevar compasión hacia todo sin perjudicarse a uno mismo, ni caer en la soberbia, el estrés, la duda o la distracción.

Creo que con este modo de vida uno puede ser, ya no mejor budoka, o samurai o cualquier movida de estas, pues esto es una mera etiqueta que nos ponemos que no trasciende realmente, sino mejores personas, además de sentirnos más plenos, realizados y completos. Salubres, bien con nosotros mismos a nivel interno y externo... En general, creo que es un modo de vida sano a nivel físico y mental que, en realidad, es aplicable a cualquier persona, no sólo a quien le guste el mundo de los samurai o las artes marciales.

Es el modo en que intento vivir mi vida, e intento aplicar estos preceptos a todo lo que hago. Y, espero, el día que se vean puestos a prueba por una situación realmente difícil o complicada, ser capaz de mantenerlos y seguirlos de forma fiel y plena, pues ahí es donde realmente cuentan nuestros principios, cuando todo se vuelve difícil, cuando se nos pone a prueba. El resto del tiempo son como un decorado bonito pero sin función real.

Osu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres aportar algo o dar tu opinión sobre la publicación? siéntete libre de hacerlo, siempre estoy abierto a una discusión sana e interesante.