domingo, 5 de julio de 2020

La realidad (y la falsedad) de la defensa personal. 4- La defensa personal y el combate.

Si quieres leer las partes anteriores del artículo:


4- La defensa personal y el combate

Se ven muchísimos maestros de muchas disciplinas esgrimir argumentos tales como 'en nuestro sistema no trabajamos combate libre y con contacto porque nuestras técnicas son Para-La-Calle™️ y son demasiado peligrosas y si las aplicamos contra un compañero lo dañaríamos o lesionaríamos' o 'no practicamos combate porque esto es una disciplina de defensa personal real™️ no pensada para la competencia y aumentar los egos, y el combate es solo ego'. Incluso existen argumentos como 'no trabajamos combate porque nuestra disciplina es el camino de la paz y la armonía y, por lo tanto, no buscamos luchar si no contener y disipar el deseo agresor del oponente, por lo tanto nosotros no debemos trabajar combate'. Estos son argumentos muy comunes en disciplinas tipo kyushojutsu, Bujinkan, aikido/hapkido, kempo americano, shorinji kenpō, karate okinawense, jujutsu japonés moderno y otros tantos sistemas... Aunque aparecen en muchos sistemas de 'nueva creación', son bastante comunes en sistemas tradicionales bajo la idea de que 'el combate es un invento moderno para subir el ego en competencias y las técnicas verdaderamente útiles para la defensa personal no pueden aplicarse en combate y en entornos no colaborativos porque buscan incapacitar y lesionar gravemente al agresor, por lo tanto no podemos hacérselas a un compañero'. Bueno, seré claro y conciso: todo esto son estupideces.

Sobre todo con el reciente auge de sistemas como las MMA donde se permiten gran amplitud de técnicas se ha demostrado no solo que la mayoría de técnicas existentes pueden aplicarse en entornos combativos y no colaborativos si no que muchísimas de las técnicas e ideas que se tenían de qué cosas funcionaban o no para defenderse de verdad han quedado evidentemente desbancadas y desmentidas. No es raro que que los sistemas tradicionales critiquen muchísimo la MMA, tachándola de lucha de egos, de barbarie y, como suele pasar con los sistemas de contacto pleno deportivo, de ser inefectivo porque 'es una competencia'. Aunque en alguno de sus argumentos pueda haber parte de razón, pretender desprestigiar las competiciones deportivas con contacto como si fuesen algo nuevo para subir el ego es una absurdez, ya que ya antiguamente existían torneos de lucha tanto en China como en Japón, tanto de sistemas de grappling como de lucha con armas e incluso de golpeos. En Okinawa tienen cierta fama ciertas zonas, plazas y tal, donde los antiguos maestros de Ryukyu kenpō se encontraban para enfrentarse en combates que solían ser duros y crudos, con contacto real y sin protecciones hasta una época más avanzada.

El combate con contacto ha sido un método no solo de probar las técnicas entrenadas y practicadas para comprobar su efectividad, si no también un método de, a nivel personal, enfrentarse a la situación de estrés de tener frente a ti a alguien que quiere agredirte (aunque se usen protecciones), que cuando te golpee va a hacerlo con contundencia (aunque sea sparring light) y que va a intentar romperte y someterte mientras que va a buscar que tú no se lo hagas a él. Es un método de enfrentarse a ese miedo, al temor a ser golpeados y a aprender que los golpes duelen bastante menos de lo que pensamos, que es más el miedo que les tenemos que el daño que realmente hacen. Es un elemento necesario y obligatorio tanto para la parte física, el usar activamente las técnicas en contexto de no colaboración y oposición, como por la parte mental, buscar acostumbrarnos y acercarnos lo más posible a ese contexto en el cual alguien quiere dañarnos y nosotros debemos responder, defendernos y finalizarlo.

Prácticamente cualquier técnica se puede trabajar, desde puños, patadas y rodillas hasta cualquier tipo de proyección, luxación y control ya sea desde el pie o en el suelo, pasando por cualquier técnica tipo 'golpe a los testículos™️', porque hoy día tenemos protecciones para absolutamente todo. Tenemos guantillas (preferibles a guantes si hablamos de un entrenamiento más realista), tibiales, cascos, coquillas... En general, para buscar un trabajo lo más libre posible no es necesario mucho más. Con ese equipamiento y un suelo relativamente blando para evitar lesionarnos con caídas podemos trabajar combate a contacto light, moderado e incluso contacto duro (aunque no es necesario realmente) sin problemas, y podemos trabajar absolutamente cualquier tipo de técnicas. ¿Que no puedes trabajar el meter un dedo en el ojo? bueno, puedes trabajar absolutamente todo lo que implica ese gesto sin llegar a clavarle el dedo. Incluso, si tienes confianza con tu compañero y queréis, si estáis haciendo grappling, podéis incluso probar el hecho directo de meter el dedo en el ojo con suavidad e ir ejerciendo presión hasta que él pida que pares, igual que con luxaciones o estrangulaciones. Como poderse, se puede hacer. Y el único motivo que se me ocurre para no practicar combate y ejercicios de resistencia y no colaboración es que, en realidad, sabes que lo que entrenas sólo funciona en ese contexto en el cual la otra persona se deja hacer.

¿Significa esto que deberían dejarse los entrenamientos situaciones y contextuales y trabajos colaborativos, que como se ha dicho anteriormente no son suficientes, y limitarse a trabajar combate?

Para nada, todo lo contrario. Como ya he mencionado, las técnicas y entrenamientos situacionales son un medio para un fin, y ese fin es este. Primero aprendes el modo de hacer algo, la técnica. Luego vas trabajándola en un entorno colaborador y situacional para aprender cual es la dinámica de esa técnica con respecto al entorno (oponente, alrededores, etc.). Después se pasa a realizar el mismo trabajo situacional pero sin colaboración, con un oponente activo y que busque impedirte que realices la técnica o golpearle y realizarte cualquier otra a ti, o golpearte o lo que sea. Finalmente, se hace un trabajo de combate libre, con contacto y sin colaboración para aprender a reaccionar y usar esas técnicas cuando el contexto en el que se usan llegan sin preveerlo, teniendo que estar atento a mil cosas, no únicamente a esa técnica en particular (por ejemplo, es más fácil trabajar defensas contra derribos cuando estás mentalizado y sabes que van a hacerte un derribo que cuando estás en un contexto en el cual pueden hacerte, literalmente cualquier cosa y de repente te viene un derribo). Es un proceso que nos lleva hasta esa prueba final que es lo más parecido a una situación veraz, con su estrés y su aleatoriedad, que podemos realizar tratando de mantener el entorno seguro del dojo o escuela.

Pero, como siempre, puede darse el caso de que no encontremos un sitio donde se haga un sparring libre, o con contacto, o donde no se hagan trabajos situaciones, mil situaciones más, así que... ¿qué debo elegir o tener en cuenta si ningún sitio que pueda permitirme trabajan de ese modo tan completo?

Este punto es bastante simple. Si la elección es entre un lugar donde no se trabaja ningún tipo de sparring, sólo ejercicios pasivos y/o colaborativos/situaciones o un sitio donde se haga un sparring aunque sea restrictivo (combate deportivo al estilo boxeo, full contact, thai boxing, kyokushin karate o incluso kumite de karate tradicional, randori al estilo como se hace en judo o rodar al modo en que lo hacen en BJJ, sambo, wrestling, etc.), la elección es simple: elegir siempre el sistema donde se hace sparring. Da igual que tu única opción de practicar combate sea un gimnasio de full contact o BJJ donde no se haga ningún entrenamiento situacional ni nada enfocado a la defensa personal, únicamente para el combate deportivo, es preferible tener experiencia en la confrontación, en dar y recibir golpes reales, aunque sólo sean puñetazos y patadas o se trabajen finalizaciones de suelo, a un trabajo de mil millones de técnicas y mil millones de situaciones que sólo se prueban en contextos pasivos. Es preferible estar acostumbrado y hecho al estrés y ansiedad de la situación de que alguien quiere pegarte y dejarte KO y no va a dejarse golpear o derribar o finalizar a saberse todo lo demás pero que cuando el tipo de delante te ofrezca resistencia no te salga nada porque el estrés te puede. Es mejor saber que el acelerador mueve el coche y el freno lo para, sin saber absolutamente nada más sobre el tema de circulación, porque estás harto de coger el coche en un circuito, porque eso te va a permitir coger de forma efectiva el coche, a conocerte toda la normativa de circulación y teoría y que te suelten en la calle sin haber cogido un coche jamás. Es preferible haber entrenado únicamente boxeo y saber 'solamente' (hacen falta muchas comillas en ese 'solamente', porque en boxeo no solo se aprende a soltar puñetazos sin más) dar puñetazos a haber entrenado únicamente kyushojutsu y saberte 87 puntos dolorosos y de KO del cuerpo que jamás en tu vida has tratado de aplicar contra alguien que quiere partirte la cara. Es preferible haber entrenado únicamente BJJ y saber 'solamente' trabajar desde el suelo y con la normativa competitiva del BJJ a haber entrenado únicamente Bujinkan y que todos los trabajos de las nosecuantas ryuha samurai y ninja se hayan realizado nada más que en situación de colaboración y pasividad absoluta por parte del compañero y jamás haber hecho un sparring. Si tu prioridad es la defensa personal, esto es lo más importante. Si buscas o das importancia a otra serie de factores por encima de la defensa personal, como la espiritualidad, el desarrollo personal, la tradición o formar parte de una comunidad con ideas comunes, reales o inventadas, entonces puedes entrenar lo que quieras, pero si tu prioridad es la defensa personal no me cansaré de decirlo ni podré decirlo más claro: el sparring, sea del tipo que sea, es obligatorio.

¿Qué pasa si podemos elegir entre sparring de striking o sparring de grappling? Sencillo, al igual que en el punto 2, eso es preferencia de cada uno. Prueba ambos, obsérvalos y practícalos un poco y quédate con el que te sientas más cómodo y mejor encaje contigo, sin más.


Entonces, ¿ya sabemos todo lo que necesitamos saber sobre la defensa personal y sobre qué nos conviene o no practicar? ¿sabiendo técnicas, trabajos situacionales y haciendo combate ya tenemos todo lo necesario para ejercer la defensa personal con posibilidades de salir con vida de un altercado real? No, para nada. Después de todo eso viene la parte más importante y la que, normalmente, más se suele obviar y pasar por alto o se hace menos énfasis. El quinto y último punto de nuestro artículo:

5- La defensa más allá de las artes marciales

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